El acuaterrario es la versión acuática del terrario convencional, solo que éste está adaptado especificamente para albergar anfibios o reptiles acuaticos.
Este tipo de habitaculos rara vez viene construido por lo que deberemos montarlo nosotros mismos.
Como base podemos utilizar un acuario convencional, que montaremos uniendo los vidrios con silicona para acuarios. Hemos de pensar que un acuaterrario esta formado por una parte terrestre y otra acuática, por lo que al acuario deberemos ensamblarle una zona donde el animal pueda descansar cuando no esté dentro del agua. Deberemos separa esta zona de la parte acuática para que el sustrato del área terrestre no caiga al agua llegando a ensuciarla y evitando que el agua acceda a la plataforma y esta encharque. Podemos usar una lámina de cristal con los bordes redondeados o metacrilato para hacer esta separación.
En esta foto se observa la separación hecha con vidrio.
En esta zona usaremos un sustrato adecuado a las necesidades del animal. Se suele utilizar gravilla de acuario, sin embargo algunos sapos y ranas excavan agujeros por lo que necesitarán un sustrato que les permita hacerlo. Evitaremos los que contengan turba ya que se suele adherir al animal, ensuciando posteriormente el agua. Se usan mezclas de arena y mantillo, tierra de orquídeas, corteza triturada o tierra de jardín no abonada y esterilizada (en el horno 150º C. 30 minutos).
La parte acuática deberá estar en perfectas condiciones para evitar que nuestra mascota sufra problemas de salud. En el fondo usaremos un sustrato de gravilla sin partes afiladas, evitando posibles cortes y roces. Así mismo será necesario instalar un filtro para mantener el agua limpia.
Con un filtro mecánico suele ser más que suficiente. En la mayoría de los casos hay que evitar que el filtro cree una excesiva corriente. Los filtros de tipo teja o cascada, con caída de agua, ayudan además a mantener la humedad del acuaterrario. También puede ser necesario calentar el agua, empleando cables calefactores o esterillas y resistencias para acuarios. Los cables calefactores pueden colocarse directamente dentro del agua. Las esterillas calefactoras han de colocarse bajo el acuaterrario, en contacto con la parte acuática. Las resistencias van situadas en el interior del agua en la parte acuática, pero se recomienda protegerlas para que los animales no entren en contacto con ellas, puesto que aunque es poco probable que ocurra, podrían causarles quemaduras. La presencia de un drenaje en la parte acuática facilitará en gran medida las tareas de limpieza.
En cuanto al agua a utilizar deberá estar libre de cloro, ya que este elemento puede llegar a causar irritaciones en ojos y piel. Por lo tanto el agua del grifo no será válida para este uso, decantandonos por agua destilada o embotellada que contenga pocas sales.
En lo referente a la iluminación deberemos de contar con un fluorescente de espectro completo que emita luz ultravioleta, aunque a muchos anfibios les molesta la luz excesiva. El período de iluminación será de unas doce horas aproximadamente, dependiendo del animal.
Para decorar podemos utilizar plantas de plástico, ya que las naturales suelen ser dificiles de cuidar en tales condiciones de húmedad e iluminación. Tambien se puede utilizar corcho y piedras para crear refugios flotantes y subacuáticos.
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